Cómo evitar que los bordados se arruguen

En la fase preparatoria, realice una primera prueba con el diseño y el tejido elegidos para que el técnico en picaje pueda ajustar, si es necesario, la densidad de puntada, la cantidad de puntadas de base y de relleno y la dirección de la puntada. 

Trabajar con la tensión de hilo adecuada es fundamental para obtener unos buenos resultados. Cuanto más baja sea la tensión, mejor. La regla de oro en este sentido es: bordar un diseño de prueba y comprobar que la ratio en el reverso del bordado es de 1/3 hilo de canilla y 2/3 hilo superior.

Si la tensión del hilo no es la correcta, utilice un medidor de tensión para ajustar primero el hilo de canilla a 25 gF / cN y después el hilo superior de forma que la proporción sea exactamente de 1/3 - 2/3. Realice cuantas pruebas sean necesarias para garantizar que la tensión es la correcta antes de iniciar el proceso.

Cuanto más fino sea el hilo, menos se distorsionará el tejido, por lo que recomendamos utilizar hilos de grosor 60 o 75 o, en el caso de tejidos delicados o elásticos, cualquier hilo con un dtex inferior a 200.

Utilice la aguja más pequeña posible para el hilo en cuestión. En el caso de tejidos finos o delicados, las agujas de 60/8 o 65/9 suelen proporcionar los mejores resultados.

El tejido se tiene que estabilizar bien pero sin tensionarlo. Utilizar una entretela termoadhesiva, un spray adhesivo y/o una lámina adicional puede mejorar el resultado.

Alise suavemente con las manos el tejido y fíjelo en el bastidor sin que se ondule ni arrugue, asegurándose de que no lo tensiona junto con la entretela y/o láminas utilizadas.

Cualquiera de estos ocho factores, o todos ellos en su conjunto, puede generar arrugas. Para obtener unos resultados perfectos, haga cuantas pruebas y ajustes sea necesario.